Aunque su hijo menor de tres años no puede entender los detalles de la muerte de su padre o madre, ni lo que significa morir, sabe que sucede algo.
Después de recibir la noticia de la muerte, es posible que observe diferencias en su rutina diaria, en la voz y en la expresión del rostro del padre o de la madre que está en casa. Estos cambios pueden hacer que se sienta confundido o inseguro.